No quise faltar a la cita como en
ediciones anteriores y así acompañar al amigo Joaquín en su carrera.
¡¡Te
deseamos una pronta recuperación Puli!!
Llegamos como me gusta a mí, muy pronto
a Quintana, un cafetito y a por los dorsales.
Apuramos al máximo en el pabellón
multiusos, pero se acercaba la hora de la salida y costaba acercarse para la
línea de salida y pasar el control de dorsales. Todo era debido a que el día
era bastante desagradable, tanto que estábamos en alerta por ciclogénesis
explosiva, vamos los típicos chubascos con fuertes vientos de toda la vida.
Al ser solo 80 los valientes que tomamos
la salida, la carrera se rompe rápidamente en pequeños grupos de dos o tres
corredores.
A nuestro grupo de dos sobre el km 6 se
unía Ángel de Mérida (otro de los lokos que hará los 100 km del UTSM
Portalegre).
Estos primeros km fueron por caminos,
iban a ser los mismos que los últimos, pero al revés, por lo que merecía la
pena ir estudiándolos.
Pasado el km 7 empezaba lo bueno. Nos
desvían a la derecha, cruzábamos un olivar, que curro terreno por las lluvias
provocaba que nos hundiésemos hasta los tobillos, para luego seguir subiendo
por la sierra por unas trochas. Esta zona no la conocía, era la parte nueva de
la carrera, particularmente me encantó y mas sabiendo que luego me tocaría
bajarla.
Durante los siguientes km no tendríamos
ningún descanso, unas veces subiendo duras rampas y otras en cambio bajándolas.
Para entonces ya me había quedado solo.
Era el momento de meter una marchita
más, subiendo pasé a Juanma. Y en la bajada quisé simular a Juanma (es que
suele perderse con facilidad), equivocandome y saliendome del recorrido, solo
fueron unos metros.
Iba adelantando a corredores, en unas de
las bajadas mas largas adelantaba al amigo Chisco y volvía a coincidir con la
rubia justo en la última subida del día, sobre el km 19.
En la bajada por donde subimos al
principio y que era la zona más técnica del recorrido, deje atrás a la rubia.
Iba disfrutando de lo lindo, por el
olivar casi perdía unas de las zapas. Ya solo quedaban los 7 km por caminos,
que suelen hacerse durísimos sino has reservado fuerzas.
Las fuerzas me empiezan a fallar, por lo
que en el último avituallamiento lograba comer naranja, además de beber agua.
La rubia viene muy fuerte por detrás
hasta lograr cogerme.
A duras penas lograba seguir su ritmo.
En el último km ya no aguantaba más, me
era imposible seguirla por lo que me dejo llevar.
Enseguida entraba en meta Juanma también
y unos minutos después Jose Luis
En resumen, carrera muy diferente a la
de años anteriores, donde la climatología le daba un toque más de dureza y
según mí opinión, un puntito más de encanto a la prueba.
CLASIFICACIONES
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