jueves, 9 de junio de 2016

IX CARRERA PENCONA " LA MADRE DE LAS CARRERAS"



El 28 de mayo del 2016, último sábado de mayo, no iba a ser un sàbado cualquiera, sino el de la IX Pencona, la que considero la madre de las carreras por montaña en Extremadura, bueno y también el de la final de la champions, pero como ya sabemos el resultado, para mi no fue tan trascendente, jeje.


Grandes recuerdos de mi primera participación,
 aquí comenzaba la última bajada
En esta carrera estoy presente desde 2011, que solo me perdí en 2014 por razones obvias, el día anterior participe en mi primer ultra, al cual abandoné tras 93 km y como es normal y lógico no pude participar a pesar de estar inscrito, aquel año fue la primera vez que se subió a la Panera y tras leer y escuchar los comentarios, me dije que mientras pudiera no volvería a faltar.
Pero volvamos con la novena, los días anteriores de la carrera fueron de incertidumbre, ya que el tiempo ponía nieblas y vientos por la zona mas alta del recorrido, añadiendo la probabilidad de fuertes tormentas.
Raro fue el día que no mirase el tiempo, como creo que muchos corredores, si nosotros estábamos así, ¿cómo estarían los organizadores?? 

La organización como en años anteriores, tenía su alternativa por si no se podría subir a la Panera, pero según las previsiones y mirando la seguridad de los corredores tuvo que buscar una segunda alternativa, en la cual no se subiría a la Panera, ni tampoco se pasaría por el paso de los buitres. Complicado se veía todo un par de días antes, pero todos esperábamos que el temporal nos diese un respiro.
La suerte estaba echada, por lo que poco antes de las seis de la mañana sonaba despertador. Ya apenas tengo esos nervios antes de las carreras, pero en esta, al ser especial, me levantaba con ganas, muchas ganas de correr y disfrutar, tenía ese gusanillo en el estómago que hacía tiempo que no acudía antes de una carrera. Al dejar todo preparado la noche anterior, todo fue muy rápido, un yogur de limón y caminito de Aldeanueva, 20 minutos de coche desde Viandar y pasadas las seis y media aparcaba el coche muy cerca de la plaza.
Los primeros en encontrarme serían a la buena gente de Eljas, allí estaban Doña Inés, su marido Juan, Jesús Lavado y compañía. Tras un rato de charla matutina, me decidí ir a desayunar al bar de la plaza, donde justo antes de entrar me encontraba con Ricardo, miembro  de la organización, con el cual la semana anterior hice el segundo recorrido alternativo.
El bar estaba muy muy tranquilo; es decir, aún no había nadie, por lo que desayunaba tranquilo, un café y un trozo de bizcocho casero. Enseguida empezó a llegar el personal, Felix Hurtado, Luismi y Mariluz entre otros, unos abrazos y unas risas, que no falten nunca con ellos, que grandes sois y que feliz me encontraba con todos ellos.
El tiempo pasaba volando, las siete y veinte, decidía abandonarlos e irme a cambiar al coche. Mi camino al coche es de apenas cien metros, pero tardaría cerca de diez minutos o mas, jajajaja, me paraba con todo el mundo, parecía mi madre, jajaja, si es que da gusto ir a correr y poder charlar y cambiar impresiones, jajaja.
Una vez cambiado Enrique (organización) nos comunica por megafonía que se haría el recorrido oficial, a no ser la climatología cambiase mucho y decidiesen sobre la marcha el desviarnos.
Entre conversación y conversación, el gran Teo Clemente nos entretenía por megafonía,  haciéndonos incluso pronunciar unas palabras a mas de uno, que grandes eres Teo y que loco estas, jajaja.
Con Lino justo ante de salir
Llegaba la hora, de los muchos tomatitos presente en la prueba, solo Puli y Neme se atreverían con La Pencona, el resto con la Mini, sin olvidarme de Lino, que le hemos reconvertido a tomatito, además de Javi, otro miajadeño que debutaba en una carrera por montaña.
Ya en el corralillo, aprovechaba que Inés andaba por allí para que me hiciera esta foto.


 Justo antes de salir me encontraba con Nacho, con los montijanos Rubén y Noé, con Ildefonso y con Mario de Madrid, con el que compartía dos años atrás los servicios de escoba en el GP80 y desde entonces no había visto. Apenas pudimos charlar, ya que se iba a dar la salida.


Con Rubén, Noé y Nacho
Una vez dada la salida, junto a Ilde nos situábamos en posiciones retrasadas. Al salir en estas posiciones conlleva los típicos embotellamientos en las zonas mas estrechas, con la consecuente parada y claro, su perdida de tiempo, tampoco nos importaba mucho.

Los primeros 5 km eran en leve subida, con alguna que otra rampa que obligaba a echarse a andar. 
Fuimos poco a poco adelantando a distintos grupos, en uno de ellos iban Julia, Lidia y Yolanda, con las cuales bromeaba de que menudo tapón iban haciendo.
Entre broma y broma, sobre el km 2 me encontraba con Olga, la cual estaba viéndonos pasar, pensaba que estaba con Conchi en la Panera, pero no, allí estaba con uno de sus perritos. Me paraba a charlar unos segundos y enseguida en busca de mi grupo,  en el que iba Javi, el miajadeño farmacéutico, con el cual bromeaba con que me pasase algún fármaco para subir mejor.  
Llegábamos al primer avituallamiento, km 5, para entonces nuestro grupo se había reducido.


Pasado el avituallamiento, todo cambiaba, empezaba otra carrera, empezaba la verdadera Pencona, no podía dejar pasar la ocasión para fotografiar aquellos momentos.



Manuel Atienza y de fondo la chorrera de la mora
  La climatología y las abundantes lluvias caídas en las últimas semanas hizo que el paso de los buitres fuera aún mas espectacular que en ediciones anteriores.
Dicho paso le hice a tirones, un rato caminando, mas bien se trataba como de subir varios cientos de escalones y otros momentos haciendo fotos, de esta manera me venía fenomenal para coger un poco de aire.
Toda la subida hablando con unos, sobre todo con Ilde y Manuel Atienza con los cuales hice toda la subida, también  con otros, como con Miguel de Trujillo, otro gran orador durantes las carreras, el cual iba por delante, por detrás al igual que el año anterior venía Antonio de Cuacos, con garrota en mano, adelantando por donde podía.
Le gritaba: "Antonio dales con la garrota" jajaja







Justo antes de coronar el paso de los buitres, la niebla hizo acto de presencia, lo que hacía mas épica la subida, aunque por otro lado, nos perdíamos las grandes vistas desde allí.







Llegábamos a la cima del paso de buitres (1200 de altitud), habíamos subido mas de 250 metros de desnivel en apenas 1 km.
Desde allí hasta la Panera, se subía mas de 500 metros de desnivel pero en 3 0 4 km, por lo que se me hizo bastante menos dura.


Decidía empezar a combinar la carrera con la caminata, dejaba de hablar tanto, y por momentos dejaba atrás a Ilde y a Miguel, Manuel hacía rato que se había quedado atrás.

No quería perder de vista a Antonio de Cuacos que por entonces ya iba por delante y con tanta niebla era complicado seguir las balizas.
Pasábamos por el segundo avituallamiento (km7)



Llegábamos a la Panera (km 10), allí estaba la verata y a la vez pencona; Conchi, como parte de la organización, era el tercer avituallamiento y allí estaban seguros que muertos de frío, entre niebla, viento, frío, la cosa la tuvieron complicada, pero no se los notaba, realmente estuvieron totalmente implicado con la carrera.
Muy agradecido por tan grata labor, con esa sonrisa que mantuvisteis durante toda la mañana.




Tuve tiempo de sacar mi vena colchonera y sacaba mi bufanda del atleti, donde nos hicimos unas fotos en lo alto de la Panera

Tras las fotos, me despedía de Conchi y me lanzaba entre piornos, desaparecían rápidamente entre la niebla.
Vaya; error!!!!, se me había olvidado recoger la bufanda en la mochila. Pues nada, a la cabeza, como un verdadero indio, además me venía muy bien para el frío.
Al ser una bajada muy larga, además de muy muy técnica, de unos 9 km, la idea era tomarsela con calma y mas cuando una vez terminada aún quedarían 10 km hasta meta.
Una cosa es la idea y otra cuando estás en el lío, por lo que allí estaba yo pegando saltos entre piornos, buscando las balizas, las cuales eran un poco complicada de ver, por la concentración en saber donde pisas, por la niebla y sobre todo, al ser vegetación baja y al estar los piornos en flor las balizas eran complicadas de ver.
Muchas dudas y alguna que otra perdida, pero dentro de lo normal en carreras por montañas.
Estaba disfrutando como un enano.
Mis acompañantes en la subida, Ilde y Miguel bajaban mas tranquilos, por lo que esta primera parte de la bajada la hice solo. Enseguida empezaba a encontrar con otros corredores.
Pasaba a Antonio de Cuacos, un poco mas tarde a los montijanos Rubén y Noé, después a los lagartus de Eljas, Juan y Jesús Lavado, con el cual compartí un par de km. Que tío Jesús, como me presionaba, jajaja.
Justo antes del cuarto avituallamiento, aparecían por detrás Chiwy y otro corredor, los cuales se habían perdido entre la niebla. Intenté seguirles, juntandonos con Jose de Villanueva Corre y Mariluz. 
En ese momento mi primer percance serio, torcedura del pie derecho, que me dejaba el tobillo dolorido. Unos metros mas adelante, nueva torcedura, esta vez con caída incluida, que me dejaba un poco tocado.
A pesar de todo ello, estaba disfrutando de la bajada como si fuera mi primera vez.

Después del cuarto avituallamiento, tocaba hacer la parte nueva de la carrera que te llevaba a Aldeanueva de nuevo, la cual había hecho la semana anterior.
La zona estaba chula, pero empezaban a pasarme factura tantos km de bajada y el dolor del tobillo derecho.
Justo antes de entrar en Aldeanueva, notaba como mi cuerpo se pasaba a estado de autodefensa, por lo que dejaba a mis compis que se fueran porque me era imposible seguirles.
Quinto avituallamiento, dentro de Aldeanueva (km 19). Allí abandonaba Chiwy y por momentos se me pasaba por la cabeza quedarme con el, peroooooo, que dices, esto es la Pencona y hay que terminarla, por lo que aunque fuese arrastra, tocaba seguir.
Desde aquí hasta el sexto avituallamiento, prácticamente todo era en subida. Se me haría eterna, muchos fueron los corredores que me pasaban, Mariluz, Noé, Jose Díaz de Losar y otros tantos a los que el cansancio no me dejaba reconocer.



Ya en el sexto avituallamiento, mi cara era un poema, estaba pasandome factura mis pocos entrenamientos y sobre todo la falta de tiradas largas.


Estaba deseando que llegase aquella piedra en la que en mis primeras ediciones siempre me encontraba aquel señor, que me decía: 
¡¡Ya todo bajada!!El año pasado estuvo allí Carlos Caldera y este año me encontraba a Fati de los Comesuelas

Con Fati, antes de empezar la última bajada
La bajada la iniciaba con fuertes dolores y moralmente hundido, pero que tendrá esta bajada que me cambiaba el chip por completo y volvía a coger ritmo y como no a disfrutar.
Volvía a pasar a muchos de los corredores que me pasaron en la subida. Los 3 últimos justo en el tramo final, ya se veía el famoso cementerio.
Otro de los cambios de esta carrera era la salida y la meta, en vez de estar en la garganta de San Gregario, volvía a la plaza del centro de Aldeanueva.
Cuando pasaba por la antigua meta, comenzaba a llover, las primeras gotas eran agradecidas, pero las gotas pasaron a ser diluvio. Justo antes de entrar en meta veía a Laura resguardada del diluvio, 
¡¡aya alegría verte!! 
Mi entrada en meta hizo que esta carrera fuese aún mas épica.


Al final 40º de la general con un tiempo de 3h56'.
 No podía dejar pasar  la ocasión de beber la mejor limonada del mundo, por lo que no me importaba mojarme.
Una vez cambiado, unas cervecitas, unas migas veratas y sobre todo cambio de impresiones con otros corredores y muchas, muchas risas.



Desde que participé por primera vez en esta carrera, puedo decir y debo decirlo, que es mi carrera favorita; es mas, para mi es la "La madre de todas las carreras por montaña en Extremadura".
Mi mas sincera enhorabuena a la organización, a todos mis compis tomatitos, de los cuales para muchos fue su primera Pencona y como no, a todos los voluntarios. 
¡¡¡Gracias, gracias, gracias...!!!
No quiero olvidarme para terminar, el felicitar a todos los madridistas por esa nueva Champions y para los míos, los colchoneros, que nada, que volveremos a intentarlo.
¡¡¡NUNCA DEJES DE CREER!!!