Yo me anime por lo de carreras, por una que había en el valle del Jerte. Un paraje natural inigualable, de gran belleza, que en esta época del año, aún más, gracias a sus cerezos en flor. La gente se anima a venir cada vez más a este rincón de Extremadura, a hacer rutas senderistas, a ver sus cerezos, sus gargantas o simplemente a estar rodeado de naturaleza en estado puro.
La carrera se celebró en Uno de sus pueblos, el que lleva el mismo nombre que el valle, Jerte y el nombre de la carrera, Garganta de los Infiernos, nombre elegido al pasar la carrera por la reserva natural Garganta de los Infiernos.
Sobre las 8:30 de la mañana ya estaba en Jerte y enseguida coincidí con el otro tomatito inscrito en la prueba, Olegario Renilla, que había llegado mucho antes, topandose de lleno con una procesión.
Nos fuimos a tomar un café, allí coincidimos con los amigos del club Trail Kabras, Paco Modesto y pareja también estaban por allí.
Fuimos para la plaza, en plan tranquilo, el ambiente como en la mayoría de carreras de montañas, fenomenal. Saludábamos a los anfitriones de Jerte, Kiko, Jose Antonio y más componentes del club Jerte.
Después de la charlas, pequeño calentamiento y control de dorsales. Esta vez me coloqué en posiciones retrasadas de la línea de salida, junto con los comesuelas Guerra, Fati, con El amigo Luismi, Rafa y con el compi Ole entre otros.
El primer km muy tranquilo, bromeando, en los últimos puestos, pero poco a poco se empezaba a endurecer el recorrido y empezábamos adelantar algunas posiciones.
Mi idea era la de ir tranquilo, pero conociéndome y en esta carrera era complicado tomarse la carrera con calma.
Todo perfecto hasta llegar a la primera bajada técnica , en la que me fue imposible adelantar posiciones, por la aglomeración de corredores. Bajé prácticamente andando, esto provocó un cierto nerviosismo dentro de mi, ya que la bajada era preciosa, de esas de lanzarte y no parar.
De nuevo tocaba subir, íbamos por el sendero que llega hasta Los Pilones, empecé a adelantar a más corredores, durante un km iba con Mariluz, pero el haber estado cohibido en la primera bajada, provocó una sensación de agobio, por lo que eso de tomárselo con tranquilidad, sólo duró unos 4 km.
Justo antes de llegar a Los Pilones, llegué hasta el amigo Aurelio.
Una foto junto a el y de nuevo corre que te corre.
Que decir de Los Pilones, gran belleza, esas rocas pulidas y con formas de bañeras. Que en verano aprovechan miles de turistas para darse un buen baño. En estas fechas y con la fuerza de la madre naturaleza, es prácticamente imposible bañarse.
Vamos dejando los Pilones atrás, me da tiempo para echar una mirada atrás y ver desde la distancia una nueva panorámica de ellos, se lo comentaba al compi que en ese momento iba a mi lado.
De pronto Primer susto, en un falso llano me torcía el tobillo izquierdo, casi tenía que parar, pero poco a poco el dolor cedía y volvía a correr con normalidad, en ese momento llegaba Luismi hasta mí, venía unos metros por detrás, hicimos esta parte del recorrido juntos, nos uníamos a la placentina del club gacelas placentinas Carrefour, Belén. Era la parte del recorrido donde más tramo se hacia andando, nos costaba seguir a Belén, pero nos estaba haciendo la subida a Luismi y a mi. Íbamos cogiendo a otros corredores, miraba hacia arriba y vi al amigo Javi, el del pocito, mi maestro en las bajadas, mi mentor, la persona que más me he fijado bajando, con el permiso de otro grande de las bajadas, como es Fati de Comesuelas.
La alegría iba a ser mayor, cuando justo llegábamos al punto más alto de la carrera cogíamos a Javi. Desde aquí mi agradecimiento a Belén por subirme hasta allí, sin ella no hubiera sido igual.
Tocaba bajar y me colocaba justo detrás de Javi y ambos empezábamos a pasar a corredores, a partir de aquí no volví a saber nada de Belén y de Luismi hasta el final.
Le comentaba a Javi, aquí fue donde me caí el año pasado y prácticamente se me acábase la carrera.
Pero nosotros a lo nuestro, si el maestro Luis Aragonés, decía " Y ganar, ganar, ganar y volver a ganar". Pues nosotros algo parecido, pero con bajar y como bajábamos, hasta llegar al puente de Carrascal.
De nuevo subir y enseguida una bajada técnica que nos iba a llevar al puente de Carlos V , este tramo es de la ruta Carlos V, aquí Javi en el tramo final se me va un poco.
Observaba que estábamos cogiendo a un grande, que acababa de salir de una lesión, por eso lo estábamos cogiendo, gran corredor, mejor persona y que un poco gracias a el escribo este blog, no es otro que el gran Kikoakelarre. A lo lejos le llamaba, "Kiko!!!
Empezábamos de nuevo a subir, justo cuando tengo mi segundo susto, tropezón con una piedra, acabando con las manos en el suelo, la vitoriana Virginia Pérez que venía justo detrás, comentaba:
eso son reflejos!!
La llamada subida a los Canchales, subida que nuevo tocaba hacer andando y en la que coincidí con el
poeta, pedazo de personaje.
Justo al final de la subida, tercer avituallamiento y allí el poeta recitaba unos versos a unos niños que estaban colaborando en el avituallamiento. Que grande es este deporte, no deja de sorprenderme.
Después del avituallamiento y del sorprendente poeta, una bajada divertida y espectacular entre Robles. Lo mejor de la carrera, que bien me lo pasé, adelantaba a Guerra, de Comesuelas, a Kiko, a Virginia y a otros corredores. La mayoría al escucharme o se apartaban o les pedía paso, cosa que me fue complicado con el bueno de Francisco Vizcaíno, que es sordo, por lo que tuve que tirar de imaginación , metiendo entre varios robles, con el peligro que eso llevaba..
Estábamos por el km 15 y prácticamente hasta el 18 era bastante favorable.
Aqui comenzaba la parte más dura del recorrido o por lo menos para quien no hubiera reservado fuerzas.
Justo al inicio de la subida, me unía al amigo Sebas, de fondistas Moralos, aunque hoy va como club de su tierra querida, Guareña.
Juntos hacíamos la primera subida, que dentro de lo malo, no dejaba de ser una subida asequible en comparación con lo que vendría después.
Un falso llano de unos 200 metros y lo duro de verdad, rampas de un desnivel bestial, con mucha vegetación, aquí no hay senderos, todo campo a través, apenas lográbamos ver a corredores que iban unos 20 metros por delante.
Estábamos llegando a la cima; por fin, comentaba Sebas. Yo en cambio, aún me veía con fuerzas.
Llegábamos al último avituallamiento , un poco de agua, un sorbo de isotónica y de nuevo bajar.
Casi llegaba hasta nosotros Virginia, esa vitoriana, que vaya como subía, pero claro, en las bajadas era algo más prudente que otros.
Me lancé de nuevo en la bajada, divertidísima de nuevo, sin darme cuenta de que había dejado atrás a Sebas.
Y a por la última subida del día , esta no tenía tanto desnivel, pero se agarraba a las piernas.
Ya sólo quedaba bajar, primero una de esas bajadas de alucine donde logré adelantar al amigo Eduardo y desde aquí hasta prácticamente la meta, hice el recorrido solo, sin ver a ningún otro corredor, ni por delante ni por detrás.
Justo en la entrada a Jerte, divisé a un nuevo corredor, por lo que hice un último esfuerzo para llegar hasta el.
Lo conseguí justo en la línea de meta, por lo que la cruzábamos juntos. Y de ahí esta esta foto tan graciosa, en que ambos queríamos dejar pasar al otro.
Al final los casi 25 km, los lograba terminar en un tiempo de 2h30', en el puesto 59.
Unas fotos en la llegada, un avituallamiento sorprendente, no faltaba de nada, fruta en abundancia, dulces, bebidas y hasta unos bocadillos de lomo a plancha recién sacados que hicieron las delicias en más de un estómago.
Para terminar con esta carrera, mi carrera, la más bonita y divertida en la que he participado, plocamandola a mi forma de ver, como la mejor carrera de Extremadura. Por lo que quiero felicitar a organización y voluntarios, por ofrecernos tan digno espectáculo ...
¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!
¡¡¡Y EN 2015, VOLVERÉ!!!
¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!
¡¡¡Y EN 2015, VOLVERÉ!!!
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